Adolfo J. Campos Barranco
Abogado especializado en materia tributaria y Socio de RC Group
Artículo publicado en el diario La Prensa. Sección de Economía & Negocios. Ventana Fiscal. 13/07/2024.
La pasión la defino, más que un sentimiento del ser humano, como parte de la mística de la persona al hacer algo para lo cual profesional o personalmente la vida le ha ocupado u ofrecido un rol en un momento específico y que es pasajero.
Prueba de ello, lo encontramos en el papel que cada uno de nosotros, desde diferentes trincheras del día a día, nos puede ocupar profesionalmente. Algunos en el sector privado, otros en el sector cívico y otros en el quizás menos aplaudido, el sector público. Sobre todo, si la tarea que te corresponde es la de cobrar los impuestos nacionales que otro administra, invierte, gasta y que son tareas que no puedes controlar, por no ser parte de las funciones legales encomendadas.
La Dirección General de Ingresos (DGI) es un organismo adscrito al Ministerio de Economía y Finanzas. Es otra de las direcciones de este ministerio, pero encargada de la recaudación, cobranza, la investigación, fiscalización en materia de recaudación tributaria, aplicar sanciones, resolver recursos en la esfera administrativa y expedir actos administrativos en caso de infracciones a las normas tributarias, así como dar respuestas a las solicitudes de los ciudadanos frente a temas de índole tributario y realizar cualquiera otra actividad relacionada con el control del cumplimiento de las obligaciones tributarias que las normas establezcan de tiempo en tiempo. Créanme, tareas nada fáciles de ejecutar.
Para realizar lo anterior, la DGI posee una robusta estructura administrativa, que posee virtudes y desafíos para mejorar, al menos en mis más de dos décadas de solo ver temas tributarios como abogado, he visto que mantiene una sólida columna vertebral: La pasión por servir de su personal técnico.
Sin dudarlo, el Derecho Tributario es una especialidad compleja, en constante cambio y con nuevas áreas de práctica. Donde además el principal activo de la DGI es el recurso humano. Siempre debe estar motivado, bien remunerado por su trabajo y capacitado con los cambios normativos.
- Cápsula Fiscal
El liderazgo apremia para la reconstrucción del país.
Un líder debe tener 4 elementos a saber: Integridad, intención, capacidades y resultados; siendo que, si un líder falla en uno sólo de estos elementos, perderá credibilidad, autoridad moral y liderazgo. “Una persona sin autoridad moral y credibilidad podrá ser jefe u ostentar un cargo importante; podrá mandar, amenazar y comprar, pero nunca podrá liberar el entusiasmo y la voluntad de las personas hacia una meta o visión común. Las personas, a diferencia de las cosas, somos libres de elegir. Un líder que falle en alguno de los 4 elementos de la confianza no tendrá a nadie siguiéndolo con convicción; se quedará para efectos prácticos, solo”. José Gabriel Miralles E. (presidente y CEO de Greatness Center-Franklin Covey) en su escrito titulado, “el liderazgo apremiante que necesita la reconstrucción del país post pandemia”.
El autor es abogado especializado en materia tributaria.